Investigadora: Francheska Cintrón
Departamento: Ciencias Sociales
Descripción:
Puerto Rico se caracteriza por ser un país envejecido por realidades que lo han facilitado de manera acelerada: disminución en la tasa de natalidad, aumento en la expectativa de vida y emigración de personas jóvenes a residir en Estados Unidos. El país está en la posición número dos en el Caribe y Estados Unidos con la mayor cantidad de personas adultas mayores (AARP, 2024; Oficina de la Procuraduría de las Personas de Edad Avanzada-OPPEA, 2022). Entre el 2010 y el 2017 en Puerto Rico se registró un aumento de personas de 65 años o más (Puerto Rico State Data Center, 2017). Para el 2020 se reportó que el 41.0% de la población tenía 50 años o más (Instituto de Estadísticas de Puerto Rico, 2017). Para 2050 se estima que 1 de cada 6 personas tendrá 65 años o más, lo que implica que un 16% de la población mundial ocupará esta categoría (OMSa, 2022; ONU, 2022). El contexto para realizar la investigación que propongo a evaluación se describe como un país envejecido acompañado de disparidades (Orellano-Colón, et.al., 2015), desigualdades sociales (AARP, 2022), complicaciones de salud (Bell, Pope, Downer, Barba, & Crowe, 2022; Pérez & Ailshire, 2017) y determinantes sociales de la salud que impactan a las personas adultas mayores (Rodríguez-Gómez, 2018).
Por otro lado, una de cada dos personas discrimina por edad y la población más afectada es la de personas adultas mayores (Chang, Kannoth, Levy, Wang, Lee & Levy, 2020; Hernández Gómez, Sánchez Sánchez& Fernández Domínguez, 2022; OPS, 2021). Los significados sociales adjudicados a la vejez y a las personas adultas mayores son diversos y frecuentemente negativos. La exclusión social puede servir como fuente de estigmatización. El estigma es considerado uno de los mayores obstáculos a la hora de implantar estrategias preventivas que puedan impactar eficazmente a la población adulta mayor (HelpAge, 2023). Esto nos invita a accionar hacia la colaboración para tejer una sociedad más justa, aceptando las diferencias y promoviendo los derechos de las personas adultas mayores (Hilal, 2018). La percepción que las personas tienen en relación con envejecer está influenciada por las experiencias socialmente compartidas y por las concepciones individuales de sí misma (Hernández Gómez, Sánchez Sánchez & Fernández Domínguez, 2022). La percepción positiva hacia la vejez facilita un envejecimiento exitoso (Guerrero-Castañeda & Navarro-Elías, 2018). Abordar el envejecimiento exitoso nos invita a conocerlo y desarrollar intervenciones sociales y de salud adecuadas (Puerto Rico Public Health Trust, 2022). Actualmente personas perciben la vejez como una etapa en la que progresivamente se pasa de la plenitud física, social y mental a la más absoluta decrepitud. Se ha abordado desde lo normal, patológico y exitoso.
El término envejecimiento exitoso inicialmente propuesto por Havighurst en 1961, estuvo desapercibido hasta que se popularizó en una publicación de Rowe y Kahn en la revista Science (Castillo, 2009; Rowe & Kahn, 1987). El envejecimiento exitoso abarca y trasciende la buena salud y está compuesto por dimensiones bio-psico-sociales (Fernández-Ballestero, 2010). El énfasis es un envejecimiento exitoso caracterizado por tener salud, contribución y participación social, estar activo, ser competente y sentirse satisfecho. Considerar estas dimensiones facilita mejorar el envejecer exitosamente (García & García, 2013). Como presentan Vera Rodríguez y Castellanos-Barreto, (2023) por nuestra realidad de país envejecido necesitamos abordar las dimensiones sociales, biológicas y culturales desde miradas multidisciplinarias. La vulnerabilidad de las personas adultas mayores nos invita a realizar este estudio para aportar a la promoción del envejecimiento exitoso, redacción de políticas públicas y rendición de cuentas de los servicios para las personas adultas mayores. En el país se han realizado trabajos investigativos cuyos resultados y recomendaciones nos invian a tomar acción desde la academia (Puerto Rico Public Health Trust, 2022). Esta población ha sido impactada por los acontecimientos del COVID-19 y merece un mayor desarrollo de intervenciones holísticas contextualizadas ya que son excluidas (Vázquez Guzmán, 2023; Seifert, Cotten, & Xie, 2021), maltratadas (Sánchez Salgado, 2007) y afectadas por determinantes sociales de la salud (Rodríguez-Gómez, 2018).