La beca F31 es otorgada para que estudiantes se capaciten como investigadores científicos

Yamil Miranda Negrón, estudiante del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPR), recibió recientemente la prestigiosa beca doctoral Ruth L. Kirschstein National Research Service otorgada por los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés). 

La ayuda económica, también conocida como beca F31, tiene el propósito de facilitar que estudiantes prometedores adquieran experiencias que les capaciten como investigadores científicos durante su formación doctoral. El reconocimiento es altamente competitivo y cuenta con gran prestigio entre los estudiantes doctorales del ámbito de la investigación en salud. 

A partir de la subvención, Miranda Negrón podrá investigar –a tiempo completo– cómo los pepinos de mar adquieren la habilidad de regenerar su sistema nervioso tras recibir alguna lesión. Su proyecto de investigación busca comprender cómo funcionan las células a cargo de este tipo de regeneración. A largo plazo, se pretende que este conocimiento se utilice para desarrollar terapias dirigidas a mitigar daños en el sistema nervioso central de los humanos. La investigación se realiza en la Facultad de Ciencias Naturales del Recinto de Río Piedras de la UPR, específicamente en el laboratorio del doctor José García Arrarás. 

Desde la perspectiva de Miranda Negrón, recibir este reconocimiento representa el potencial de los puertorriqueños en las ciencias y su interés por aportar desde el país. “Puerto Rico tiene la capacidad de convertirse en un ‘Science Hub’ en especial, para los científicos latinoamericanos o poblaciones cuyo idioma predominantemente es español. Aunque esta población actualmente representa el 15% de toda la fuerza trabajadora en ciencias de los Estados Unidos es la fuerza emergente del futuro… Sin duda alguna, tenemos la posición geográfica, el talento y un sistema que permite la proliferación científica. Espero poder vivir su apogeo en algún futuro cercano”, expresó Miranda Negrón, quien agradeció el apoyo de sus profesores y mentores. 

Por su parte, el doctor José García Arrarás –quien funge como asesor principal del estudiante– resaltó la importancia de la beca para el desarrollo profesional de Miranda Negrón. “Este tipo de beca no solo le da estabilidad financiera al estudiante para llevar a cabo su trabajo de investigación conducente a la tesis, sino que le abre puertas en el futuro para competir exitosamente en el campo. En términos científicos, [recibir la beca] es como haber sido fichado para participar en las grandes ligas de la ciencia. Es algo a lo cual todo estudiante en ciencias biomédicas debería aspirar”, puntualizó García Arrarás.

El joven investigador también cuenta con la colaboración del Departamento de Ciencias de Cómputos del recinto riopedrense y con profesores adscritos al The Echeverri Lab en el Marine Biological Laboratory y The Zayas Lab en San Diego State University. 

La mencionada beca le ofrece al estudiante una contribución financiera –durante un año– para sufragar sus gastos directos e indirectos relacionados con su educación y su proyecto de investigación. Asimismo, la beca incluye una serie de mentorías –dentro y fuera de la UPR– que le apoyarán en la preparación de su disertación.

Los requisitos principales para solicitar la beca F31 son presentar un proyecto de relevancia científica, evidenciar un historial académico exitoso, demostrar un compromiso con el desarrollo de las ciencias y evidenciar el apoyo de un mentor que apoyará al estudiante en la ejecución del proyecto presentado. 

Miranda Negrón es uno de cinco estudiantes del Recinto de Río Piedras de la UPR que han recibido este reconocimiento en las últimas tres décadas. El estudiante aspira a finalizar su grado académico el próximo año. Su meta es continuar estudios posdoctorales en Estados Unidos donde le interesa especializarse en biología regenerativa enfocada en el sistema nervioso central.