Vistiendo con una bata a una estudiante.En una emotiva celebración entre familiares y facultativos, 102 estudiantes, seleccionados de entre 635 solicitantes a la Escuela de Medicina del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico, recibieron su bata blanca, como símbolo del comienzo de su vida como profesionales de la Medicina.

La Investidura de la Bata Blanca es la ceremonia de iniciación de estos estudiantes, que constituyen la Clase del año 2028.

Durante la ceremonia, celebrada en el Teatro del Recinto de Río Piedras de la UPR, los alumnos vistieron por primera vez la emblemática bata blanca de la clase médica, que representa pureza, transparencia y claridad. De igual forma, hicieron la Declaración de Ideales, mediante la cual hacen el compromiso de practicar la medicina con profesionalismo y compasión.

El Presidente de la UPR, doctor Luis A. Ferrao Delgado, y la rectora del Recinto de Ciencias Médicas, doctora Myrna L. Quiñones Feliciano, les dieron la bienvenida a los estudiantes y compartieron con ellos emotivas palabras.

Grupo de estudiantes leyendo un papel.“Este es el comienzo de un nuevo capítulo en la vida profesional de ustedes jóvenes que muy pronto se encaminan a la profesión más dedicada e importante para todos los ciudadanos que es cuidar por la salud de todo un pueblo. Serán los médicos del mañana, aquellos que enfrentarán desafíos con empatía y valentía, y que contribuirán significativamente al bienestar de nuestra comunidad”, expresó el doctor Ferrao.

“Hoy marca un hito significativo en su viaje de estudios. Un día que recordarán y apreciarán a lo largo de su carrera en la medicina. Es un honor estar delante de ustedes mientras se colocan sus batas blancas por primera vez, simbolizando su compromiso con el noble arte y la ciencia de sanar”, expresó la doctora Quiñones Feliciano.

Por su parte, la decana interina de la Escuela de Medicina, Débora H. Silva, destacó que la bata blanca que recibieron los alumnos es “símbolo de compromiso, de responsabilidad y de un profundo respeto hacia la vida humana”.

Vista aerea de todos les estudiantes con sus batas blancas.“Al ponerse esta bata, se unen a una tradición de médicos que han dedicado sus vidas al servicio de los demás. Pero más que eso, se comprometen a mantener los valores que definen a esta noble profesión: la empatía, la integridad, el esfuerzo constante por aprender y mejorar, y el compromiso inquebrantable con el bienestar de sus pacientes”, manifestó la doctora Silva.

Del total de alumnos de nuevo ingreso, 48 son mujeres y 54 son varones, todos ellos entre las edades de 20 a 29 años. Estos fueron seleccionados de entre 635 solicitantes a la Escuela de Medicina, y provienen de San Germán, Mayagüez, Cabo Rojo, Santa Isabel, Ponce, Patillas, ToaAlta, Toa Baja, Trujillo Alto, Vega Baja, Guánica, Juana Díaz, San Juan, Río Grande, Guaynabo, Arecibo, Isabela, Manatí, Bayamón, Canóvanas, Carolina, Cataño, Dorado, Aibonito, Barranquitas, Caguas, Cayey, Cidra, Gurabo y Juncos.

Al presente, más de 130 escuelas de Medicina en los Estados Unidos llevan a cabo la tradicional ceremonia de investidura e iniciación de la Bata Blanca.

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