14 de noviembre de 2017
Algunas personas permiten que sus circunstancias de desigualdad, pobreza, de poco o ningún acceso a lo más básico, determinen su futuro de vida. Betza L. Collazo Muñoz retó su realidad y no lo permitió.
Tras ser seleccionada como Community Youth Fellowship y ganar una beca de $60 mil con la Open Society Foundation, la joven se abre paso en el campo de la investigación, y realizará un estudio acerca de la educación pública de Puerto Rico, enfocada en el acceso y la calidad de la educación pública, a nivel primario y secundario.
La estudiante graduada de ciencias políticas del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico, fue la única puertorriqueña en obtener la beca. Uno de los privilegios que tuvo al ganar fue viajar a Detroit, donde recibió orientaciones y tuvo la oportunidad de conocer a otros premiados, escuchar sus propuestas y participar del Sorrow Justice Conference.
“No creía que yo iba a tener esta oportunidad, para mí es un gran privilegio, yo no sentía que tenía ese gran resumé del que todo el mundo habla para pedir una beca para una investigación. Yo, pues, soy de clase pobre, vivo en un residencial público en Río Piedras, y eso no pasa, simplemente eso no pasa. No porque tenga buenas notas me van a dar una beca tan grande como esta”, expresó Betza L. Collazo. Por fortuna, el jurado no pensó igual.
El objetivo de su investigación será darle voz a las comunidades que están siendo afectadas por recortes en el reglón de la educación y el cierre de escuelas públicas. Su mayor motivación para seleccionar el tema de la educación en Puerto Rico nace de su propia realidad, ya que es la primera de su familia en ir a la universidad y en obtener un bachillerato. En otras palabras, ella es universitaria de ‘primera generación’. Collazo Muñoz afirma su formación mediante la educación pública. Igual ejemplifica que, mediante esta, ha tenido muchas oportunidades como irse de intercambio en la Universidad de Granada en España,, participar en una competencia mundial de robótica, realizar voluntariado, efectuar un internado en Amnistía Internacional y, además, acudir al evento Allied Media Conference en Detroit.
“Saber que la educación en Puerto Rico se va a ver impactada por la crisis económica que enfrenta la isla y las medidas de austeridad, pues me llegó personalmente. También tengo hermanos, y saber que probablemente no van a entrar a la universidad o no van a tener una educación de calidad para tener oportunidades como yo tuve, pues me llega. Pensar que mi mamá no entró a la universidad y que tiene un potencial increíble, y que mi abuela la única oportunidad que tuvo para salir de sus situaciones fue casarse y ya… que eso vuelva a pasar y sea la norma de ahora en adelante es preocupante y se supone que le afecte a todo puertorriqueño y puertorriqueña por igual”, declaró la joven.
A pesar de los grandes retos a los que se enfrenta, como lo es el acceso a las comunidades, y también, el acceso a la información, Collazo Muñoz se encuentra muy entusiasmada y espera completar su investigación exitosamente. Decidida a continuar luchando por los derechos humanos, la joven quiere comenzar sus estudios de maestría al culminar con su investigación, pues había sido aceptada en el Institut Barcelona d’Estudis Internacionals (IBEI), no obstante, tuvo que poner en espera sus estudios para poder centrarse en la investigación. La jerezana tiene como meta obtener dos maestrías, una en Derechos Humanos y otra en Relaciones Internacionales.
Sobre la beca:
El Community Youth Fellowship es una beca para estudiantes de 18 a 25 años que quieren implementar una propuesta sobre los Derechos Humanos en Buffalo, San Diego o Puerto Rico. A los ganadores se les entrega una beca, que bien pudiera alcanzar los $60 mil, para realizar una investigación a tiempo completo por 18 meses. La propuesta puede ser dirigida a la educación, a los derechos de los trabajadores, desempleo, justicia criminal, salud, inmigración, entre otros. Esta beca es otorgada por la Open Society Foundation, la cual busca fomentar una sociedad más democrática, fortalecer el respeto y los derechos humanos. Se desarrolla en distintos lugares como Europa, Estados Unidos, Latinoamérica y el Caribe, África y Asia. Este año el programa se centró en los Estados Unidos y Puerto Rico.