San Juan – Para las personas infectadas con el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), comenzar la terapia antirretroviral más temprano no sólo previene enfermedades serias relacionadas al SIDA, sino que también les ayuda a prevenir el cáncer y la enfermedad cardiovascular, según reveló un estudio conducido en el Recinto de Ciencias Médicas (RCM) de la Universidad de Puerto Rico.
El estudio “Tiempo Estratégico del Tratamiento Antirretroviral” (START, por sus siglas en inglés), auspiciado por el Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas de los Estados Unidos, es la primera prueba clínica a gran escala en establecer que el tratamiento antirretroviral temprano beneficia a todos los individuos con VIH. La investigación global comenzó en marzo del 2011 y contó con la participación de 4,685 hombres y mujeres infectados con VIH en 35 países, incluyendo a Puerto Rico.
En la Isla, el estudio clínico estuvo a cargo de la Unidad de Investigaciones Clínicas sobre SIDA (ACTU, por sus siglas en inglés), adscrita a la Escuela de Medicina del RCM.
“Históricamente, los médicos nos habíamos dejado llevar por la baja cantidad de células CD4 en la sangre para comenzar la terapia antirretroviral en un paciente con VIH”, explicó el doctor Jorge Santana, infectólogo y director del proyecto ACTU del RCM.
Sin embargo, los hallazgos del estudio START han suscitado un cambio en la práctica estándar. “Con el estudio, un grupo de participantes con VIH comenzó la terapia antirretroviral inmediatamente sin importar su nivel de células CD4, mientras que en el otro grupo, la terapia fue diferida hasta que bajaran sus células CD4. Cuando analizamos la data, nos dimos cuenta que el grupo que comenzó la terapia temprana está definitivamente mucho mejor que el grupo con el que esperamos”, destacó el doctor Santana.
Los hallazgos
El estudio START reveló que comenzar las terapias antirretrovirales temprano, cuando el sistema inmune de las personas con VIH está más saludable, redujo en un 72 por ciento los eventos serios relacionados al SIDA, como también ciertos tipos de cáncer.
Asimismo, el tratamiento disminuyó en 39 por ciento los eventos serios no relacionados al SIDA, como la enfermedad cardiovascular, enfermedad renal avanzada, enfermedad del hígado, y otros tipos de cánceres. Estas reducciones se observaron uniformemente entre los participantes, sin importar las diferencias en su edad, sexo, región geográfica, nivel de ingresos o recuento de células CD4.
El investigador del RCM afirmó que “fue un estudio bien impactante porque finalmente nos contestó la pregunta” de cuál es el momento óptimo para comenzar la terapia antirretroviral.
Ahora, el Proyecto ACTU continuará investigando el VIH para mejorar la longevidad y calidad de vida de los pacientes. “La inflamación crónica inmune que conlleva la infección por el virus constantemente va deteriorando los órganos. Ahora mismo estamos realizando varios estudios para tratar de averiguar qué herramientas farmacológicas podemos utilizar para disminuir esos marcadores de inflamación, para de esa manera detener la progresión tan rápida de muchas condiciones asociadas al VIH”, puntualizó el doctor Santana.