14 de septiembre de 2017
Por: Idem Osorio De Jesús
PRENSA RUM
Mayagüez – El RUMarino, grupo multidisciplinario de estudiantes del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), ganó los premios de Mejor equipo de nuevo ingreso y Perseverancia, en la reciente competencia internacional de vehículos submarinos autónomos, Robosub, que se celebró a finales de julio en San Diego, California. Con su gesta, el conjunto colegial se convirtió en el pionero en desarrollar un artefacto como este en Puerto Rico y en el Caribe.
Los embajadores del RUM brillaron en lo que fue su debut en este evento que reúne a más de 40 prestigiosas universidades del mundo. Aparte de los dos galardones que recibieron, su submarino Proteus logró calificar para las competencias semifinales y colocarse en la décimo novena posición entre las 44 instituciones participantes, hazaña por la que están sumamente orgullosos y en la que han visto los frutos de un arduo trabajo y sacrificio de extensas horas sin dormir.
“Uno de los aspectos más importantes del proyecto es el crecimiento de los estudiantes. En su mayoría, se desarrollan técnicamente como profesionales, se convierten en líderes. Salen del salón de clase, del libro, de las tareas, y pueden aplicar todo ese conocimiento, ver cómo funciona en el mundo real, ponerlo en práctica. Por otro lado, el equipo ha logrado colocar a Puerto Rico y al Colegio en una posición competitiva dentro de la comunidad de vehículos autónomos mundialmente. Esto es un adelanto extraordinario, ya que es un mercado en pleno avance y con mucho potencial”, reiteró Omar A. González Viera, fundador de esta iniciativa y capitán del grupo desde sus inicios hasta la competencia.
Según dio a conocer el también alumno en su último semestre de Ingeniería Eléctrica, Robosub celebró este verano su vigésima edición con la misión de que estudiantes de ingeniería y ciencias, diseñen y construyan submarinos robóticos autónomos que deben completar unas tareas complicadas, visuales y acústicas debajo del agua, las cuales simulan facetas de los trabajos requeridos en este tipo de artefactos acuáticos.
RUMarino recibió el premio que otorga la Association for Unmanned Vehicle Systems International (AUVSI) al equipo con el mejor desempeño entre todos los de nuevo ingreso que incluyó un suma de $1,000, y el de Perseverancia, presentado por la compañía Teledyne Marine, auspiciador oficial, como conjunto que mejor enfrentó los contratiempos a lo largo del desafío.
Precisamente, esa tenacidad y persistencia en obtener su meta, es una de las mayores fortalezas que distingue al grupo, integrado por discípulos del Colegio de Ingeniería en los departamentos de: Eléctrica (INEL), Mecánica, Computadoras (ICOM), Software e Industrial, así como del Colegio de Administración de Empresas. Según aseguraron algunos de los integrantes que fueron a San Diego a representar el recinto mayagüezano de la Universidad de Puerto Rico, esas cualidades se convirtieron en sus mejores aliadas.
Tanto Omar como Fernando Ortiz, Ernesto Reyes, Giovanni Gartón, Esteban López, Laura Villegas y Jomar Ruiz Santos relataron a Prensa RUM cómo lucharon como colectivo estudiantil autónomo para salir adelante, organizarse, integrar sus subequipos, dedicar largas horas de trabajo, cubrir los costos del vehículo, del viaje, y, finalmente, llegar hasta el Robosub.
Una de las limitaciones que superaron fue no poder completar sus pruebas en las piscinas del Complejo Natatorio del Recinto, durante el periodo que duró la huelga estudiantil este año, por lo que tuvieron que moverse hasta una piscina en el área metropolitana de poca profundidad, donde se dio cita y colaboró la mayoría de los integrantes. Luego confrontaron dificultades para transportar a Proteus hasta California; una vez allí, se toparon con inconvenientes que nunca les habían ocurrido como filtraciones, daños, desperfectos y roturas. No obstante, esa solidaridad y perseverancia los ayudó a sobrepasar todo y llegar hasta las semifinales.
“Nosotros teníamos a todos los equipos en un pedestal, porque tenían submarinos de $50 mil, $100 mil, el nuestro era solo de $6 mil, pero hacíamos más o menos lo mismo. Nos dimos cuenta, cuando llegamos, de que teníamos una seria oportunidad de llegar a los primeros 20 y hasta el Top 10. Al final, fue como tener a una familia, pudimos contar con todo el mundo, nos ayudaron, hicimos buenas amistades, y todavía nos mantenemos en contacto, les hacemos preguntas. Aparte de la experiencia de la competencia, el networking que hicimos estuvo brutal”, contó Esteban, en cuarto año de INEL.
De hecho, algunas de las universidades que integraron la lista este año incluyeron las prestigiosas Cornell University, California Institute of Technology, Georgia Institute of Technology, Washington State University, University of Florida, École de Technologie Supérieure de Canadá, Far Eastern Federal University de Rusia, Indian Institute of Tecnlogy en Bombay, Harbin Engineering University de China, Embry Riddle Aeronautical University en Florida, y Duke University, entre otras.
Al colectivo boricua nada lo detuvo ni lo intimidó y dio lo mejor de sí hasta el punto de ganar la admiración, tanto de los directores del evento como de sus pares competidores, que ya están entusiasmados con verlos regresar el próximo año.
“Fue diferente a lo que esperábamos, que era un espíritu bien competitivo, pero fue un ambiente completamente amigable. Si necesitábamos ayuda, podíamos preguntar y todos los equipos la brindaban, siempre estaban dispuestos. Fuimos a competir, pero además de los premios que ganamos y de las conexiones que hicimos, para mí, lo más importante fue la cantidad de información que obtuvimos”, expresó Giovanni, en su sexto año de ICOM.
Por su parte, Ernesto enfatizó en que aunque los 32 miembros originales contaron con el apoyo y la asesoría de varios profesores del RUM (incluso en su caso y en el de Omar como parte del curso Capstone), siempre se han mantenido firmes en mantener el control de las operaciones y toma de decisiones, lo que les ha ganado el respeto de los docentes y de la comunidad colegial.
“Fuimos once a la competencia, nos dimos a conocer y la gente espera mucho de nosotros. Eso nos anima más, ya sabemos que logramos mucho, ahora hay más motivación”, dijo el alumno en sexto año de INEL.
Entre sus próximos pasos, el equipo, que ya alcanza un total de 50 miembros activos para este año académico, se encuentra en la etapa de diseñar un nuevo submarino autónomo más sofisticado con el que esperan representar al Colegio y al país en la edición de Robosub de 2018.
“Ahora mismo estamos buscando qué cosas podemos reusar del que ya creamos, para bajar el costo para el siguiente. Hacer uno nuevo en un año, es un reto bien grande porque el original nos tomó dos, con el trial and error, pero con la experiencia que adquirimos, ese tiempo se puede acortar e ir a competir. Estoy bien orgulloso de ellos, es el mejor equipo”, aseguró Jomar, el nuevo capitán designado y estudiante de quinto año de ICOM.
El grupo agradeció a los auspiciadores que les permitieron llegar y brillar en San Diego como el Departamento de Colocaciones del RUM, el Municipio de Mayagüez y las compañías Honeywell, General Motors, Boeing, Universal y Educational Services.
Mayor información sobre RUMarino y cómo ayudar a sus integrantes, se encuentra en página en Facebook, bajo UPRMRUMarino.