Se trata del programa “Emprende e Innova por Puerto Rico” gestionado por el Centro de Apoyo a la Innovación y Comercialización (UPR i+c) desde el recinto riopedrense de la UPR
24 de febrero de 2022
Frente al panorama de recuperación económica que vive la isla, el Centro de Apoyo a la Innovación y Comercialización (UPR i+c) fue el primer grupo que, desde la Universidad de Puerto Rico, comenzó un programa de incubación de empresas tras recibir una partida de poco más de $1.2 millones por parte del programa CDBG-DR del Small Business Incubators and Accelerators Program administrados por el Departamento de Vivienda local.
UPR i+c inició su programa de incubación “Emprende e Innova por Puerto Rico” (UPR i+c Labs) el pasado mes de septiembre de 2021 tras abrir convocatoria al público general, oportunidad a la que solicitaron decenas de personas de las cuales fueron seleccionados diez equipos de trabajo. Estos conforman la primera de cinco cohortes de incubación que atenderá la incubadora hasta 2026. Cada año el equipo abrirá las puertas a diez nuevos grupos o individuos para acompañarlos en el proceso de llevar sus ideas de negocio exitosamente al mercado.
Marinés Aponte, directora de la incubadora, apunta que el programa “es un vehículo que tiene la universidad para servir y apoyar a la comunidad con los excelentes recursos que puede allegar la institución. Está isponible para individuos o grupos de la comunidad en general, estudiantes de la UPR o de otras instituciones educativas. Consideramos ideas de negocio tradicionales, sociales o innovadoras en los distintos sectores económicos”.
Este programa de incubación consta de tres fases: Inicia con una etapa de pre-incubación, con una duración de tres meses, le sigue un periodo de nueve meses de incubación, y el ciclo cierra con una fase de post-incubación que puede prolongarse hasta seis meses. Se trata de una experiencia en la que los participantes tienen la oportunidad de beneficiarse de un componente teórico para desarrollar su concepto y elaborar el modelo de negocio a la vez que tienen a su disposición un espacio de mentoría individualizada con expertos en diferentes áreas del emprendimiento.
“Como empresarios, tenemos muchas expectativas que a veces no son las más realistas, pero cuando recibimos la capacitación adecuada, esto nos ayuda mucho a mantener un norte y enfocarnos en lo que realmente puede funcionar”, opinó la diseñadora gráfica Johana Esquilín sobre su experiencia durante la primera fase del programa.
Durante esta primera cohorte se impartieron sesiones de mentoría grupal e individual dirigidas a los grupos que se encuentran impulsando empresas sociales, aquellas que tienen un objetivo social, ambiental o comunitario. Entre la diversidad de negocios que gestionan los participantes de este ciclo, hay quienes iniciaron el programa con sus empresas operando en una etapa inicial o naciente.
Durante los meses de septiembre a diciembre de 2021, la incubadora completó exitosamente la primera fase en la que la primera cohorte de emprendedores tuvo acceso a diversos recursos en las áreas de descubrimiento del cliente, análisis de mercado, modelos de negocio, proyecciones financieras, aspectos legales entre otros elementos de planificación.
Asimismo, los diez equipos iniciaron la segunda fase de incubación el pasado mes de enero, etapa en la que el equipo de trabajo del Centro proyecta acompañarles en el proceso de poner en marcha sus negocios. Se trata de la fase más larga del programa, tiempo en el que se trabajarán aspectos de la imagen corporativa de la empresa, asuntos de permisos, financiamiento, manejo de presupuesto, recursos humanos y otros componentes hasta llevar la empresa al mercado.
Finalmente, el periodo de post-incubación es un tiempo en el que se espera que los empresarios ya se encuentren operando sus empresas a la vez que contarán con la asistencia del equipo de la Incubadora para reuniones de seguimiento y mentoría individualizada de acuerdo a la necesidad de cada grupo. Con esta fase concluye el ciclo de incubación con una duración total de un año y cinco meses. El inicio de cada cohorte que atenderá el Centro coincidirá con esta tercera fase de post-incubación del cohorte anterior.
El equipo de trabajo está dirigido por la profesora Marinés Aponte, quien se especializa en finanzas y cuenta con vasta experiencia en el área de emprendimientos sociales; co-dirige el profesor Mario J. Maura Pérez, quien se desempeña en inversiones y empresas innovadoras; y en el área administrativa se encuentra la profesora Agness H. Montes Torres, quien tiene conocimiento en las áreas de finanzas y emprendimiento. A este se suman otros integrantes del equipo de UPR i+c, incluyendo a los gerentes y también docentes Manuel Lobato y Javier Rodríguez.
La incubadora como respuesta al panorama del emprendimiento en Puerto Rico
Según Carmen Correa, gestora de la propuesta y profesora jubilada de la UPR en Río Piedras, la Incubadora del Centro es un servicio que los profesores de UPR i+c deseaban ofrecer desde que iniciaron las labores en 2017, de modo que, varios de ellos se dedicaron a brindar orientación y levantar estadísticas sobre dicha labor a pesar de no contar con los fondos.
“Hacíamos montones de consultas, todas gratuitas, para empresas tradicionales y sociales que tenían la necesidad de tener algún tipo de adiestramiento. Me veía en la situación de dar de mi tiempo fuera de UPR i+c para ayudarlos con planes de negocio y estructura legal”, recordó Correa sobre las solicitudes de asistencia que recibían previo a la existencia de la Incubadora.
La demanda que recibe el Centro para orientar a gestores de empresas nacientes de todo tipo responde a las necesidades del panorama del emprendimiento en Puerto Rico, según definido por el Monitor Global de Emprendimiento (GEM, en inglés), ente que se ha dedicado a levantar estadísticas sobre este sector durante los pasados 22 años en 115 países.
Según datos del GEM Puerto Rico recopilados entre 2013 y 2020, el impacto más importante de la recesión económica del territorio “ha sido el bajo porcentaje de emprendimientos nuevos”, o que logran consolidarse. En su informe de 2018, el GEM identificó que el problema no ha sido la falta de interés y capacidad de los puertorriqueños para iniciar un emprendimiento, sino que son pocas las iniciativas que logran sobrevivir la etapa de inicio y crear empleos e ingresos estables.
“Este hallazgo sugiere que la política pública y los programas de desarrollo empresarial deben centrarse en eliminar los obstáculos a los emprendedores […] proveer el contexto idóneo para que sus iniciativas prosperen”, concluye el informe. Los profesores gestores del proyecto de incubación del Centro resaltan estas conclusiones como una razón por la que su proyecto se enfoca en las fases iniciales de concepción, formación y desarrollo temprano del emprendimiento para que aumente la probabilidad de que los negocios pasen exitosamente de la idea al mercado.
Para Maura Pérez, quien co-dirige el programa, “la incubadora dentro del contexto de Puerto Rico juega un papel crucial, sobre todo en cómo la Universidad aporta al desarrollo económico del país. Estamos hablando de que, potencialmente, en cinco años, podemos tener allá fuera en la economía puertorriqueña 50 nuevas empresas generando movimiento económico en las zonas donde están operando y generando empleo, generando nuevo capital netamente puertorriqueño”.
El inicio de la convocatoria del segundo ciclo de incubación está pautado para el próximo mes de mayo. Los talleres que se imparten durante las fases de pre-incubación e incubación se imparten los viernes en las facilidades de UPR i+c en la UPR en Río Piedras y las mentorías se coordinan directamente con los recursos disponibles de acuerdo a su disponibilidad. Para conocer más detalles sobre el programa puede acceder a la página web del Centro, así como sus redes sociales para mantenerse al día con las actualizaciones sobre esta oportunidad.
Suministrado por: Gabriela Carrasquillo Piñeiro