26 de noviembre de 2018
San Juan- Con el propósito de reducir las emisiones de contaminantes generados por motores diésel, en el área del Puerto de San Juan, la Agencia Federal de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) le otorgó al Recinto de Ciencias Médicas (RCM) de la Universidad de Puerto Rico fondos para la implementación de dos proyectos financiados bajo la Ley de Reducción de Emisiones de Diésel (DERA). Estos son, el “Puerto Rico Diesel Emission Reduction Project” para los años fiscales 2016 a 2018 y el “Puerto Rico Clean Trucks Project” para los años fiscales 2017 a 2019. Los fondos otorgados por la EPA a ese programa totalizan $2,259,404.
“El presupuesto otorgado se está utilizando en ambos proyectos para reemplazar 20 camiones pesados viejos que operan en el interior del Puerto de San Juan. Actualmente, se están adquiriendo catalizadores para oxidación de diésel (DOC) para reducción de emisiones tóxicas en otros 59 camiones pesados que operan en Puerto Rico”, expuso el doctor Aluisio C. Pimenta De Olivera, catedrático de la Escuela Graduada de Salud Pública del RCM y director de ambos proyectos.
Al momento, el proyecto ha emitido pagos por un total de $878,500 a seis empresas de transportación. Esto, como incentivo para el reemplazo de once camiones modelo 2006 o de años anteriores. También han sido adquiridos hasta el momento 68 catalizadores (DOC) que equiparán a 42 camiones, con una inversión de $88,040.
“El beneficio obtenido al reemplazar camiones viejos es que, a partir de los modelos de vehículos del 2007 en adelante, hay reglamentación específica para camiones pesados y otros vehículos a diésel que requieren una reducción de un mínimo de 90% (a partir de 2011) en las emisiones de diésel que afectan a la salud y al ambiente. Sin embargo, los motores diésel pesados duran mucho tiempo y vehículos de fabricación previa al 2007 todavía están en uso en Puerto Rico. Esos motores producen grandes cantidades de contaminantes en su sistema de quema de combustible. La EPA concede subvenciones a los gobiernos locales y a organizaciones para ayudar a pagar por la instalación de dispositivos catalíticos para motores diésel más viejos que se encuentran todavía en uso en las carreteras, todo con el objetivo de reducir emisiones al ambiente”, explicó el doctor Pimenta De Olivera.
Se espera que los dos proyectos combinados, reduzcan la emisión de 515 toneladas de óxido de nitrógeno, 289 toneladas de monóxido de carbono, 34 toneladas de partículas finas y 49 toneladas de contaminación por hidrocarburos durante la vida útil de esos vehículos. Estos contaminantes están vinculados a graves problemas de salud, tales como el asma y enfermedades pulmonares y cardíacas.
Los trabajos requeridos para el primer proyecto finalizaron el 30 de septiembre. El 26 de septiembre, la Escuela Graduada de Salud Publica realizó un Seminario de Cierre. Durante el evento se presentó un resumen de los resultados obtenidos en ese primer proyecto, un resumen de los requerimientos contractuales de las empresas participantes, además de los requerimientos de información futura, y consideraciones referentes a la práctica de encendido innecesario, práctica que contribuye a emisiones al ambiente que pueden ser evitadas. También se presentó información sobre los beneficios financieros que representa para las empresas de transportación la utilización de vehículos nuevos y de la reducción del encendido innecesario.
La audiencia de la actividad contó con la presencia de representantes de las empresas de transportación que participan en los dos proyectos, además de los componentes del equipo de trabajo del proyecto.