3 de febrero de 2022
SAN JUAN, Puerto Rico – Febrero es reconocido como el mes de la prevención de quemaduras, las cuales afectan a personas de todas las edades, incluyendo a niños. La Organización Mundial de la Salud cataloga las quemaduras como una crisis de salud pública. Esta es una crisis que se ve reflejada a nivel global y que trae consigo pérdidas de vidas y grandes costos en la utilización de recursos económicos.
Más importante aún es la tasa de vidas humanas que se pierden por quemaduras severas, las cuales ascienden a alrededor de 180,000 muertes al año a través del mundo. En Estados Unidos, anualmente ocurren alrededor de 200 admisiones pediátricas por cada uno de los diferentes centros de quemaduras. En el Hospital Pediátrico Universitario de Puerto Rico se reciben alrededor de 170 admisiones por año.
“Las quemaduras son mucho más que lesiones superficiales, éstas alteran tanto la integridad como el funcionamiento de la piel, nuestra primera barrera al mundo exterior. Al perder esta protección quedamos expuestos a microorganismos que pueden causarnos infecciones severas. Las quemaduras también traen consigo cambios psicológicos en el paciente ya que tanto el dolor como la alteración de la apariencia de la piel pueden ser un gran peso emocional. Es por ésta y muchas otras complicaciones que la mejor manera de trabajar con las quemaduras es prevenirlas”, explicó la Dra. Milagros Martín, Directora del Programa de Emergencias Médicas Pediátricas del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico.
Según el Dr. Héctor Ocasio, Residente del Departamento de Pediatría del RCM, “como primer paso en cualquier plan de prevención, es necesario identificar factores de riesgo que ponen en peligro la seguridad de los niños en el hogar, que es el espacio donde ocurren la gran mayoría de las quemaduras. Al supervisar a nuestros niños y el entorno que les rodea puede disminuir grandemente el número de casos de pacientes afectados”.
Finalmente, la educadora en salud María Esther Centeno expuso que “las quemaduras nos afectan a todos y pueden ser prevenibles. Es nuestro deber como comunidad unirnos, formar parte de la iniciativa y recordar que la prevención es trabajo de todos”.
10 medidas de seguridad para reducir la probabilidad de lesiones por quemaduras:
- Restringir el acceso a los niños a la cocina, ya que en esta área existen muchos peligros: líquidos y artículos calientes (estufa, hornos, microondas, tostadores, barbacoas, sartenes eléctricos etc.)
- Si estás cocinando o comiendo alimentos calientes, evite tener a su hijo en los brazos y no utilizar el celular.
- Revise el termostato de tu calentador regularmente.
- No dejes la plancha de ropa o de cabello conectados y sin vigilancia, evite usarlas delante de los niños, Cuando termines de usarlas enrolla el cable y guárdalas fuera de la vista del menor.
- Evite dejar al descubierto cables eléctricos incluyendo el de los celulares, enchufes y extensiones. Se recomienda cubrir los tomacorrientes.
- Nunca dejes los cargadores de celulares, tabletas o equipos electrónicos conectados a la fuente de electricidad cuando termines de cargar su equipo, estos pueden producir quemaduras de 3er grado si son llevados a la boca.
- Evite dejar químicos o detergentes al alcance de los niños.
- Mantengan los fósforos, velas prendidas o encendedores, cigarrillos fuera del alcance de los niños.
- Evite encender fogatas o quemar basura en presencia de un menor.
- En tu cocina debes tener un extintor tipo A-B-C.
En caso de emergencia es necesario buscar atención médica llamando al 9-1-1 o al Hospital Pediátrico Universitario Tel: 787-474-0333. Sala de Emergencias ext. 7601/7602/7610. En caso de envenenamiento, debe comunicarse al Centro de Control de Envenenamiento de Puerto Rico al 1-800-222-1222. Para actividades educativas de prevención de quemaduras, favor de comunicarse a Emergencias Médicas Pediátricas al 787-474-0333 ext. 7107/7198 y la Fundación A-mar 787-415-9008.