27 de junio de 2022
Ningún agricultor exitoso empieza a vender su producto o productos sin antes labrar sus tierras, generar frutos y que dichos frutos sean atractivos para el consumidor dentro y/o fuera de un área geográfica. Este principio no está lejos de lo que es la realidad de la propiedad intelectual y nuestra universidad. Constantemente se escucha sobre la necesidad de comercialización de las tecnologías. Muchos sectores hablan de generar cuantías exorbitantes basados en la idea de que la comercialización es un paso fácil luego de obtener la propiedad intelectual sin considerar las dificultades del proceso. Dichos diálogos suelen exponer ingresos de miles y hasta millones de dólares que posiblemente puedan ser generados por la propiedad intelectual, pero carecen de explicación en cuanto a la necesidad de inversión de dinero para la generación/protección de la propiedad intelectual. En fin, ese principio de entender que se debe a labrar el portafolio UPR para que sea uno amplio y este en acorde con la necesidad de los consumidores difícilmente se tiene en cuenta cuando se habla sobre la propiedad intelectual, la universidad y los beneficios de dicha propiedad intelectual.
Se define como propiedad intelectual las creaciones de la mente – trabajos creativos o ideas desarrolladas de forma tal que puedan ser compartidas o permitan que otros las recreen, emulen o las fabriquen. La propiedad intelectual incluye patentes, marcas, derechos de autor, derechos morales y secretos de negocios. La propiedad intelectual puede y es utilizada como una fuente de ingreso por muchas universidades. Sin embargo, la protección de la propiedad intelectual no se puede limitar exclusivamente a su capacidad de comercialización como único beneficio y más aún, antes de llegar a la comercialización hay que preparar un terreno fértil para una comercialización exitosa.
Es de conocimiento general que la UPR genera la mayor cantidad de investigaciones del país y a su vez es la institución educativa con el portafolio más amplio de propiedad intelectual en Puerto Rico. El portafolio de la UPR comienza con sus marcas usadas que exceden más de 100 años desde su primer uso, al igual de patentes otorgadas desde 1991. En los pasados 5 años se han creado nuevas políticas que se ajustan a la necesidad de vincular y darle mayor participación a nuestros profesores y estudiantes en la creación y protección de la propiedad intelectual. Así mismo, en la creación de vínculos con diferentes agencias federales, agencias gubernamentales y sector privado que ayudan a labrar ese terreno.
La colaboración continúa de la UPR con el Fideicomiso de Ciencias, Tecnología e Investigación de Puerto Rico y agencias federales como la Oficina de Patentes y Marcas Registradas de Estados Unidos (mejor conocida por sus siglas en inglés como USPTO), ha permitido aumentar el número de licencias del portafolio de la UPR de manera significativa, además de educar y compartir el conocimiento de la propiedad intelectual con la comunidad universitaria y Puerto Rico. En el año fiscal 2018, la UPR contaba con aproximadamente un portafolio de 72 patentes adquiridas en un periodo aproximado de 30 años. Al presente nuestro porfolio ha aumentado a un total de 111 patentes en un periodo de 5 años, lo cual representa un incremento de más de un 50%. En adición, se han solicitado más de 30 marcas para registro federal fortaleciendo el valor de nuestras marcas institucionales, se han alcanzado más de 8 licencias para ingresos por nuestras tecnologías y se han completado al menos unas 6 colaboraciones con el sector privado y público. Esto atendiendo en parte esa necesidad de labrar el terreno y generar frutos.
Estos números colocan a la UPR en una mejor posición cuando es comparada con universidades en los Estados Unidos e internacionales, sin embargo, el trabajo para la transformación completa está comenzando. Como dato interesante, estudios recientes indican que solo el 1% de las universidades en Estados Unidos generan más de $1 millón de licencias anuales. Casualmente, todas estas universidades que generan más de $1 millón de licencias anuales en patentes cuentan con un portafolio de propiedad intelectual extenso, un numero alto de ingresos por investigaciones subvencionadas por agencias federales y un reconocimiento solido de sus marcas institucionales y comercialización de mismas. Esto quiere decir que el crear un portafolio de propiedad intelectual toma tiempo, incremento en el portafolio de propiedad intelectual y una inversión directa en la protección de la propiedad intelectual.
Resaltar la cultura de investigación, incrementar las investigaciones en la UPR y fortalecer la marca universitaria es indispensable y, esto requiere de inversiones puntuales. En fin, el enfoque en las actividades relacionadas con la propiedad intelectual y trasferencia de tecnología debe ser evaluada de la forma más holística sin perder de perspectiva la generación e inversión de fondos a causa de sus actividades. Los logros alcanzados en los pasados años por la Vicepresidencia en Asuntos Académicos e Investigación van encaminados a establecer la zapata para lograr este objetivo.
Por Yahveh Comas Torres, Director de la Oficina de Propiedad Intelectual y Transferencia de Tecnología