San Juan – Si bien no se conoce la causa ni la cura de la enfermedad de Alzheimer, no hace falta mucho más que escuchar los relatos de aquellos que han sobrevivido la pérdida de un ser amado a causa de la condición para entender de qué se trata. “El Alzheimer es una enfermedad deshumanizante, que afecta al paciente, pero también a toda la familia”. Así lo resumió el doctor Enrique Vázquez Quintana, quien por 11 años cuidó de su esposa fallecida a causa de la condición en el año 2006.
Junto a otros cuidadores, profesionales de la salud, estudiantes y público general, Vázques Quintana formó parte del foro “Alzheimer… ¿Me recuerdas?”, llevado a cabo por un grupo de estudiantes de la Escuela Graduada de Salud Pública del Recinto de Ciencias Médicas (RCM) de la Universidad de Puerto Rico (UPR), con el fin de crear conciencia ante la condición, así como discutir las políticas públicas existentes y no existentes para el cuidado y tratamiento de pacientes de Alzheimer.
“Como salubristas, el Alzheimer es una condición que queríamos tomar como tarea y educar a la comunidad universitaria y a la población puertorriqueña. Queremos concientizar a las personas, a los ciudadores de pacientes de Alzheimer, a los profesionales de la salud, al estudiantado, y entender qué herramientas existen para ayudar a estos pacientes y qué falta por hacer”, expresó Katiushka Guilliani, propulsora de la iniciativa junto a Claudia Garza, Gabriela De La Torre y Yanice Duquesne.
La demencia es una condición neurológica degenerativa de causa desconocida, aparentemente multifactorial que afecta principalmente la memoria y luego va deteriorando distintas funciones del cerebro como el juicio y el lenguaje. El Alzheimer es uno de los tipos de demencia más conocidos y que más personas afecta a nivel mundial.
Según estadísticas presentadas en el foro, alrededor de 44 millones de personas padecen algún tipo de demencia en el mundo. Esta cifra podría ser el doble en el año 2030 y el triple en el 2050. En los Estados Unidos la cantidad de personas con Alzheimer alcanza los 5.4 millones y una de cada nueve personas, de 65 años o más, padecerá algún tipo de demencia.
Las cifras en Puerto Rico son igualmente alarmantes. En el año 2013, se estimó que 34,458 personas padecían Alzheimer, según la Secretaría Auxiliar de Planificación y Desarrollo del Departamento de Salud, siendo Bayamón, San Juan y Ponce los municipios con más casos. Estas cifras, sin embargo, fueron calculadas a partir de números provistos por las aseguradoras de planes médicos. Otros cálculos indican que la cantidad de pacientes con la condición alcanza los 46 mil, aunque al momento no existe una cifra oficial.
El llamado principal a los profesionales de la salud y ciudadores de pacientes de Alzheimer, es registarlos en el Centro y Registro de Casos de Enfermedad de Alzheimer, adscrito al Departamento de Salud, con el fin de poder obtener una cifra oficial de la cantidad de casos. Hasta el 8 de febrero de 2016, sólo 10,377 personas con Alzheimer habían sido registradas. Esto podría facilitar el desarrollo de políticas públicas, así como el mejoramiento de servicios para pacientes de Alzheimer.
Según Miriam Ramos, epidemióloga de la Unidad de Epidemiología y Evaluación de la Secretaría Auxiliar para la Promoción de la Salud, entre el año 2013 y 2015, ocho proyectos de ley relacionados al cuidado y prevención de Alzheimer fueron presentados ante la Legislatura de Puerto Rico, aunque ninguno de ellos ha sido aprobados. La enfermedad, sin embargo, continúa consistentemente ocupando la cuarta posición entre las primeras diez causas de muerte en Puerto Rico.
“Siempre decimos que Puerto Rico es uno de los países con más leyes, aunque hay que añadirle que también es uno de los países con más campos no ocupados en el sector legal donde hay oportunidades para emitir proyectos de ley y generar leyes que produzcan cambios a nivel comunitario y la enfermedad de Alzheimer es uno de los mejores ejemplos”, puntualizó Ramos.
La epidemióloga también hizo énfasis en varias medidas preventivas que han sido científicamente comprobadas. Estudios hechos en la Isla, por ejemplo, establecen una relación entre la ingesta de frutas y vegetales y una mejor función cognoscitiva. También revelan que las personas que consumen más pescado y menos carnes rojas presentan una mejor función de su cerebro, a la par con lo publicado en estudios de otros países.