18 de enero de 2017
Mayagüez – El Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) hizo historia al celebrar el pasado viernes, 13 de enero, su primera graduación en un mes de enero, en la que se confirieron un total de 591 grados.
Los graduandos, quienes vistieron la tradicional toga verde, color distintivo del Recinto, arribaron a las 2:00 p.m. al Coliseo Rafael A. Mangual para recibir sus grados de Ciencias Agrícolas, Ingeniería, Artes y Ciencias, y Administración de Empresas, en la que constituyó la centésima tercera colación de grados que lleva a cabo el recinto mayagüezano de la Universidad de Puerto Rico.
“Al fin, lo logré, es una emoción inexplicable. Es lo mejor, después de tanto retos, y altas y bajas; finalmente, lo logramos. Es una emoción inexplicable. Es un honor para mí ser parte de esta graduación histórica y bien emocionada”, señaló Nicole Rodríguez Quintero, una graduanda natural de Ponce, quien recibió su diploma del Programa de Ciencia Animal, bajo el Colegio de Ciencias Agrícolas.
De igual manera, expresó Phoebe A. Martí Hernández, presidenta de la Clase Graduanda de Enero de 2017, quien precisó que el Colegio la preparó para enfrentar los retos que tuvo durante su presidencia.
«Esto es un momento histórico y es bueno formar parte del mismo, porque estoy dejando mi huella. Estoy extremadamente feliz de graduarme», enfatizó la alumna de Teoría del Arte.
Lo mismo ocurrió con el vicepresidente de la Clase, Diego J. Carrillo Díaz, quien no pudo ocultar su satisfacción de convertirse en egresado del RUM.
«Me siento muy contento y satisfecho por todos los logros obtenidos. Estoy lleno de muchas enseñanzas; lo logré y estoy aquí», indicó.
«No somos perfectos, pero somos colegiales, que es casi lo mismo», dijo, por su parte, Naysha Alcalá Loaiza, presidenta del Consejo General de Estudiantes del RUM, al aludir al lema de una de las camisetas conmemorativas de la clase graduanda en su alocución.
Durante su mensaje, el doctor John Fernández Van Cleve, rector del RUM, se mostró honrado de formar parte de la histórica ceremonia, la que describió como uno de los momentos más significativos en la vida de los jóvenes. También los motivó a seguir luchando por sus sueños, sin olvidar al Colegio, apelativo con el que se conoce a la institución y que tiene sus orígenes en el nombre con el que se fundó el RUM. Esto al mencionar La Cuesta del Calvario, la famosa y larga escalera que los colegiales tienen que subir para arribar al Recinto a través de una de sus entradas.
“Ustedes, tal cual los conquistadores de esta tierra colegial, son los nuevos embajadores de esta estirpe de sangre verde, que nació hace 105 años, y cuya calidad se ha engrandecido y solidificado con el paso del tiempo. Es por ello que los convido a continuar su caminar sin olvidar sus orígenes, su alma mater, venciendo los obstáculos con todo lo aprendido aquí, recordando que el Colegio fue el medio que los convirtió en conquistadores y en ganadores; en donde cimentaron su conocimiento para construir el futuro de sus vidas, porque les aseguro, mis queridos jóvenes, que no va a existir hazaña más grande, para cada uno de ustedes, que la de construir su futuro. Y durante ese viaje, cuando les toque vivir una situación difícil, estoy seguro que al pensar en la Cuesta del Calvario, sus labios esbozarán una sonrisa. ¡Les deseo lo mejor, mis queridos colegiales!”, sostuvo el Rector.
Mientras, el doctor Francisco Maldonado Fortunet, decano de Estudiantes, exaltó la importante costumbre en el Recinto, de entregarles los diplomas a los estudiantes el mismo día de la graduación.
«Como dijo Aristóteles, ‘las raíces de las enseñanzas son amargas; sin embargo, el fruto es dulce’. Hoy le hacemos justicia a ustedes, a nuestros queridos estudiantes, al graduarlos y otorgarles sus merecidos diplomas como es nuestra tradición al finalizar estos actos», acotó el Decano, quien también fue el maestro de ceremonias del evento.
Asimismo, la doctora Celeste Freytes González, presidenta interina de la Universidad de Puerto Rico (UPR), afirmó que el Recinto de Mayagüez aporta iniciativas de primera, como el Centro de Nanotecnología, el Center for Chemical Imaging, el Centro de Biotecnología para la Investigación y el Adiestramiento de Procesos, entre otros.
«Ustedes representan la gran fortaleza de la UPR, su diversidad y su unicidad», le manifestó la Presidenta a los jóvenes.
En esta ocasión, la actividad tuvo como orador invitado al laureado artista puertorriqueño Antonio Martorell Cardona, quien al igual que hiciera en los actos de junio pasado su antecesor en esa tarea, el actor boricua Benicio Del Toro, exaltó la puertorriqueñidad que ha definido su vida como pintor y escritor, tras dedicar su mensaje a Oscar López Rivera.
«No es cierto que Mayagüez sabe a mangó, Mayagüez sabe a Colegio, al apetito del saber, del conocimiento… Vengo aquí a reconocer el ingenio, celebrarlo y a retarlo. Desde la década del setenta del pasado siglo, he celebrado aquí talleres -y uso la palabra celebrado en el sentido más cabal de compartir la alegría- de distinta naturaleza… Y nada más grato para un maestro que encontrar correspondencia a su quehacer, respuestas a sus preguntas y nuevas preguntas formuladas, tanto en la palabra como en el acto. Tengo, pues, harta y elocuente evidencia de la capacidad para ingeniárselas en esta comunidad universitaria. Ahora les toca hacerlo fuera de ella. La patria es grande, a pesar de que nos han hecho creer lo contrario, y sigue creciendo; pero ese crecimiento y su fruto depende de nosotros», aseveró el artista.
De las estadísticas oficiales de la Oficina de la Registradora del RUM, se desprende que 500 estudiantes alcanzaron sus grados de bachiller, 82 de maestría y 9 de doctor. De estos últimos, tres fueron en Ingeniería Química, tres en Química Aplicada, uno en Ciencias Marinas, uno en Ingeniería Civil y otro en Ciencias e Ingeniería de la Información y la Computación.
Además, se otorgó un bachillerato póstumo en Ciencias Agrícolas, en Protección de Cultivos, a José L. Cordero Cordero, que recibió su cónyuge, junto con sus conmovidos hijos y ante el sonoro aplauso de los presentes.
El Cuadro de Honor lo integraron 156 alumnos. De estos, tres chicas cumplieron con los requisitos para recibir el Gran Premio Luis Stefani Raffucci, al graduarse con cuatro puntos del RUM. Estas fueron: Xiomara Michelle Cruz Pabón, de Psicología; Alexandra Nicole Méndez Lamboy, quien cursó una doble concentración en Contabilidad y Sistemas de Información; y Carla Pamela Puig Mojica, de Ingeniería Mecánica.
Asimismo, 29 estudiantes extranjeros, provenientes de Colombia, Cuba, Haití, Honduras, India, Irán, Panamá, Perú y República Dominicana, formaron parte de la Clase de enero de 2017 del RUM.
Y como ocurrió en la pasada colación de grados, los varones volvieron a superar en número a las féminas al graduarse 336 Tarzanes y 255 Juanas.
Como ya es costumbre, los padrinos fueron los colegiales de la Clase Graduada del 1966, para quienes esta constituyó su segunda ocasión de desfilar en el Mangual en su rol de padrinos, ya que la primera vez fue en la graduación de junio pasado. Estos colegiales fueron los protagonistas de la quincuagésima segunda colación de grados, que hace 50 años, específicamente, un 29 de mayo de 1966, se efectuó en el Gimnasio Ángel F. Espada.
Cabe destacar la magistral participión de Chorium, el galardonado coro de cámara del Recinto, cuyas voces, bajo la dirección del maestro Edgar A. Vélez Montes, interpretaron Beati Quorum Via, de Charles Villers Stanford y Caballo viejo, de Simón Díaz. Por supuesto, el grupo también cantó el Himno Alma Máter, esperado y emocionante momento que da paso a la imponente entrada de la centenaria Banda de Marcha y de las Abanderadas, como siempre, liderados por un travieso Tarzán, la mascota colegial, para juntos entonar el amado tema en su versión pueblerina.
La ceremonia de enero de 2017 se transmitió en directo por los canales de WIPR y contó con actualizaciones periódicas en las redes oficiales de la institución, bajo las etiquetas de #GradRUM17 y #GradRUM103.