12 de octubre de 2016
El experto internacional en derecho laboral, el doctor Antonio Baylos Grau, ofreció ayer la ponencia magistral “Crisis y Derecho del Trabajo/ Derecho del Trabajo en Crisis. Una aproximación desde Europa” como parte de las actividades de la Jornada Académica Sindical sobre Estudios del Trabajo y Relaciones Laborales que se está llevando a cabo en la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras (UPR-RP).
Ante un público compuesto por estudiantes, profesores y miembros sindicales, Baylos Grau expuso cómo las crisis cíclicas que trae consigo el sistema capitalista, provoca un deterioro en los derechos laborales y movimientos sindicales. Al comenzar a implantarse políticas degradadoras de derechos, se ve afectada la democracia.
“Naturalmente, la crisis y el derecho al trabajo son compañeros de viaje que tienen una relación continua; frecuente. El derecho al trabajo implica, desde su origen, un intento por emanciparse de la libertad económica, libertad de trabajo y libertad de empresa. Y construir un sistema de derechos garantizados por los poderes públicos y que sean autónomamente creados por el poder colectivo sindical. Por lo tanto, son derechos que nacen del conflicto y que se asientan en un espacio democrático”, explicó el también director del Departamento de Derecho del Trabajo de la Universidad de Castilla La Mancha (UCLM) en España.
Por otra parte, el doctor destacó que uno de los problemas más significativos de esta crisis es su amplitud, pues se encuentra tanto en países en vías de desarrollo como al mundo desarrollado. Explica que hay una “globalización desenfrenada” que implica un modelo económico y social que se caracteriza por la violencia, la desigualdad y la injusticia. Es en este escenario, abundó, donde los derechos laborales comienzan a percibirse por el poder político y privado como obstáculos para el crecimiento económico.
Sin embargo, Baylos Grau garantizó que no son las reformas laborales las causantes del estancamiento fiscal, sino las políticas de empleo de “devastación social”. Argumentó que estas últimas provocan la desaparición y “aniquilamiento” de derechos individuales y colectivos.
Asimismo, expresó que “estas políticas de empleo insisten en agravar la desigualdad y la discriminación por razones de género”.
Exhortó a dirigir el discurso dominante a implementarse una serie de nuevas políticas dirigidas a contrarrestar la crisis y fortalecer la democracia; a establecer un diálogo para rediseñar el contexto del trabajo, erradicando los de precariedad y fomentando la igualdad. Mientras, el sindicato, siendo el representante por excelencia del trabajo, debe repensar su situación a escala global y reformar su modelo, finalizó.