El efecto de la siembra de café sobre la erosión del terreno y el impacto, a su vez, de la erosión en la vida marítima es el problema que investiga el universitario Yasiel A. Figueroa Sánchez en el pueblo de Yauco, mientras realiza su maestría en Ciencias Ambientales Interdisciplinarias en la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras (UPR-RP).
Se trata, posiblemente, de la primera vez que se investigan cuantitativa y detalladamente en Puerto Rico los procesos hidrológicos que ocurren en los cafetales, indicó el estudiante graduado, quien colabora junto a otros investigadores de la UPR-RP que se especializan en sistemas hidrológicos para determinar la conexión entre la erosión en las fincas y la calidad del agua en los ríos y costas.
Según explicó el joven investigador, en las fincas se pierde mucho suelo y se inhabilitan caminos de acceso debido a la erosión, lo cual resulta en la sedimentación de los cuerpos de agua. Cuando aumenta la turbidez en el agua, la relación simbiótica y de fotosíntesis de los corales se ve afectada, pues la cantidad de luz que llega a los organismos disminuye y se “asfixian”, ya que el sedimento impide que respiren y funcionen con normalidad.
“Todos los sistemas están conectados”, enfatizó el joven, cuyo proyecto integra el estudio de los sistemas terrestres y marinos para entender cómo se impactan, en vez de aislarlos.
Con esta investigación espera aportar a la forma en que se manejan los terrenos agrícolas en Puerto Rico, en especial cuando la agricultura está cobrando un nuevo auge en el país.
Figueroa Sánchez se interesó por este problema a través de su experiencia en un internado de investigación y su trabajo con organizaciones sin fines de lucro en la Isla. Así fue que conoció los esfuerzos en la cuenca de la Bahía de Guánica, por ejemplo, donde se trabaja desde la montaña para conservar los arrecifes de coral.
Su investigación actual sobre los cafetales en Yauco comenzó como una iniciativa del profesor puertorriqueño Carlos E. Ramos, de la Universidad de Texas en Austin, a través de un programa financiado por la NASA. Ahora bien, fue el Dr. Jorge Ortiz Zayas, director del Departamento de Ciencias Ambientales de la UPR-RP, quien le comentó al estudiante acerca del proyecto para que contactara a Ramos y colaborara mientras realizaba sus estudios graduados en el recinto.
El estudio se comenzó a gestionar en marzo del año pasado con la identificación de las fincas para realizar el trabajo. En verano se estableció el sistema de muestreo, y en agosto Figueroa Sánchez empezó a recolectar información en las zonas cafetaleras. Entre tanto, el profesor Ortiz y el estudiante Joel Meléndez se encargan del componente hidrológico de la cuenca. Actualmente se encuentran en la etapa de recolección de datos, recogiendo el sedimento en distintas partes del cafetal mensualmente, pero luego ambos estudios serán correlacionados para determinar la conexión entre la erosión en las fincas y la calidad del agua.
El universitario describió esta experiencia como una aventura que le ha enseñado a ser mejor líder a través de los viajes de campo y las dinámicas que establece con la comunidad. Se trata de “otra cultura en el país, que gira en torno al café cultural y económicamente”, señaló. Por eso exhortó a que se visiten más estos espacios, se les saque provecho y se apoye lo local.
Igualmente, agradeció la ayuda que ha recibido por parte de todos aquellos que se lanzan junto a él a recolectar información en sus viajes de campo y a las personas que se encuentran en el laboratorio dispuestos a darle una mano.