20 de abril de 2020
Alexandra Balsalobre, estudiante de medicina de tercer año en el Recinto de Ciencias Médicas (RCM) de la Universidad de Puerto Rico (UPR) resultó ganadora del MIT COVID-19 Challenge Hackathon, un evento virtual llevado a cabo por el Massachusetts Institute of Technology (MIT) con el fin de buscar ideas para combatir el coronavirus a través de hackatones y eventos virtuales. El reto consistió en desarrollar un sistema que aporte a mejorar la calidad de respuesta de gestión y manejo de pacientes con COVID-19. Alexandra presentó un proyecto –aún en desarrollo– cuya meta es desarrollar un software que reduzca el tiempo de espera de los pacientes que llegan a la sala de emergencias con síntomas de coronavirus.
“Entiendo que hay muchas variables que pueden alterar el tiempo de espera de un paciente. La idea es disminuir el tiempo que cada paciente pasa en la sala de espera para ser atendido en emergencia. Aunque tengan que esperar dos horas después de ser citados, evitamos todo el tiempo que hubieran pasado si hubieran llegado inmediatamente”, explicó la estudiante.
El proyecto consiste en la creación de un «risk score», o escala de riesgo que clasifica a cada paciente en una lista de espera con un turno y tiempo estimado de espera. Como parte del proceso, el paciente completa un cuestionario que le pregunta qué síntomas presenta. Así como sus comorbilidades, si ha fumado, la edad y el sexo, entre otros detalles.
Según Balsalobre, “la importancia principal de la escala riesgo es que define en qué cuartilla de la lista de espera cae el paciente que progresa hasta ser atendido. Esto, también nos asegura que todos los pacientes lleguen a ser atendidos. Cuando un paciente entra a la lista de espera, de acuerdo a su “risk score” entra como la última posición dentro de su cuartilla. Por esto, la importancia de contar con una mayor escala a la hora de definir la clasificación de cuartilla, en la que el paciente será designado para ser atendido”.
Balsalobre tiene grandes esperanzas de transformar la manera en que se atienden a los pacientes de COVID-19 en la Isla y en el mundo. “Estamos contactando a doctores de Puerto Rico y en la Universidad de Michigan para llevar a cabo el concepto lo más rápido posible”, concluyó la estudiante.