13 de noviembre de 2018
En respuesta a una petición del presidente de la Junta de Gobierno de la Universidad de Puerto Rico (UPR), el Lcdo. Walter Alomar Jiménez, el presidente de la Cámara de Representantes, Carlos “Johnny” Méndez Núñez, aseguró en una misiva que “la proporción correspondiente a nuestro más alto centro de enseñanza superior estará debidamente atendida en la legislación a aprobarse” para regular la operación de las máquinas tragamonedas en Puerto Rico.
El 23 de octubre, el licenciado Alomar cursó una carta al gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, y a los presidentes de los cuerpos legislativos a los fines de consignar la posición de la institución en torno a la legislación que enmendaría la Ley Núm. 221 del 15 de mayo de 1954, mejor conocida como la Ley de Juegos de Azar, y la preocupación ante la posibilidad de que cualquier legislación que autorice máquinas adicionales pueda tener el potencial de reducir los ingresos que recibe la Universidad por dicho concepto.
El presidente del ente rector de la UPR manifestó que “cualquier proyecto de ley sobre este tema debe incluir explícitamente a la Universidad de Puerto Rico como recipiente del 20% de esos nuevos recaudos, para palear en alguna medida los recortes en sus ingresos por concepto de fórmula”. En días recientes, el líder cameral respondió en la afirmativa, asegurando que la proporción correspondiente a la Universidad estará debidamente atendida en la legislación.
De igual forma, el presidente de la UPR, el Dr. Jorge Haddock, junto a representantes estudiantiles y claustrales ante la Junta Universitaria han realizado esfuerzos para introducir un lenguaje que garantice la asignación de fondos a la UPR en la nueva legislación. A esos fines se remitió el texto a través de algunos legisladores para la consideración de la medida en comité de conferencia.
Actualmente, por disposición de la Sección 5 de la Ley de Juegos de Azar, según enmendada, la Universidad recibe el 20% de los ingresos provenientes de las máquinas de entretenimiento tragamonedas en los casinos de Puerto Rico.