Miguel Román, quien trabajó en la NASA, ahora es jefe de Clima y Medio Ambiente en Leidos
11 de abril de 2022
A Miguel Román siempre le ha interesado mirar más allá del horizonte. Tanto así que, cuando era un niño, rompió su Nintendo para observar la tecnología en su interior. Ahora, como científico físico e ingeniero, anhela crear un sistema satelital con el que se pueda medir la humanidad desde el espacio.
“Me encanta el espacio, la ciencia y la tecnología. Si yo tuviera acceso discrecional, construiría un satélite para medir la humanidad desde el espacio. En eso he estado trabajando durante toda mi carrera. Lo que quiero es desarrollar tecnología que nos permita saber quiénes están tomando acción contra el cambio climático y quiénes no, qué comunidades se ven más afectadas luego de un desastre natural y monitorear el dióxido de carbono y gas metano, para tomar decisiones con esa información y poder resolver los problemas de una forma más eficiente”, explicó el científico nacido en San Juan.
El tema del cambio climático le apasiona a Román. Desde 2014, ha dirigido un grupo de investigadores y personal técnico en la generación de registros de datos climáticos a largo plazo de satélites en órbita polar y, además, fue coordinador de desastres del Programa de Desastres de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, en inglés).
Su interés en el tema tiene una razón. Como a todos los puertorriqueños, desde la diáspora, el huracán María –en 2017– cambió su vida. Román estuvo a cargo del monitoreo del desastre que dejó el paso del ciclón y, luego, hizo lo mismo con los terremotos en el sur de Puerto Rico, en 2020. Como parte de su trabajo, era quien asesoraba al gobierno federal.
Por eso, sabe que su anhelo de ver lo que sucede en la Tierra desde el espacio es posible, pues supervisó la producción de “Black Marble” de la NASA, un conjunto de productos que permite el monitoreo de fallas de energía durante grandes desastres y la evaluación de comunidades vulnerables y desatendidas en todo el mundo.
“Las imágenes no mienten. No es lo mismo que el gobierno diga que ciertas áreas fueron las más que se afectaron después de un desastre, a que se pueda ver desde el espacio”, señaló.
Preparación y nuevo puesto
La preparación de Román comenzó en la Universidad de Puerto Rico Recinto Universitario de Mayagüez, donde hizo un bachillerato en Ingeniería Eléctrica. Luego, completó una maestría en Ingeniería de Sistemas de la Universidad de Cornell y un doctorado en Geografía en la Universidad de Boston.
Su trabajo fue reconocido por el expresidente de Estados Unidos Barack Obama, en 2016, con el Premio Presidencial a la Carrera Temprana para Científicos e Ingenieros (PECASE, en inglés).
Ahora, su carrera tomó un nuevo giro. Recientemente, fue nombrado director sénior y científico jefe de Clima y Medio Ambiente en Leidos, una compañía que brinda soluciones de ciencia, ingeniería y tecnología a empresas gubernamentales y comerciales. Desde ese rol, sigue enfocado en ofrecer alternativas para atender el cambio climático.
Actualmente, trabaja en establecer una plataforma de proyección que pueda predecir los daños de un desastre natural.
“Con la tecnología de algoritmos e inteligencia artificial, estamos catalogando información junto con el Instituto de Estadísticas de Puerto Rico para tener una plataforma de proyección que nos permita saber cuáles van a ser las comunidades que van a perder su sistema de energía y de agua a largo plazo”, destacó.
La idea es que esa plataforma de proyección, que trabaja en conjunto con la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, en inglés) y la NASA, se pueda utilizar en diferentes eventos, como los fuegos en el oeste de Estados Unidos y las inundaciones.
Más lazos con Puerto Rico
Román reconoció que sus experiencias de trabajo le permitieron ver que el sector privado tiene mucha responsabilidad en el cambio climático. Por ejemplo, Leidos está a cargo de los servicios de transmisión y distribución de energía de siete estados en el sur de Estados Unidos.
Esta compañía también trabaja en desarrollar tecnología de energía renovable, como baterías y la incrementación de eficiencia en la producción de energía de gas. Y es, precisamente, en el área de energía donde vislumbra alianzas con Puerto Rico.
“Aquí, tenemos un análisis donde sabemos de manera detallada cuáles fueron las comunidades que estuvieron más tiempo sin luz después del huracán María. Si Puerto Rico hubiese invertido en los sistemas de energía que nosotros manejamos, el apagón se terminaba en 35 días y no en un año. Es importante que Puerto Rico busque alianzas porque tenemos las herramientas”, aseguró.
Publicado en El Nuevo Día