25 de octubre de 2016
El rostro de una fémina fue la figura que formaron los colegiales que participaron hoy, en la cuarta edición de la marcha Avancemos a grandes pasos, que se celebró en el Recinto Universitario de Mayagüez (RUM).
El evento se llevó a cabo en solidaridad con el mensaje de prevención del cáncer del seno y la Unidad Oeste de la Sociedad Americana contra el Cáncer (SAC).
Tras caminar por las calles del campus, encabezados por la Banda, las Abanderadas y los porristas del Colegio, un mar rosado llegó hasta la Antigua Pista Atlética de la institución para componer el perfil de una mujer, emblemático de aquellas que enfrentan la condición.
«Estamos aquí porque queremos apoyar a las pacientes y sobrevivientes de esta condición. Nos sentimos muy satisfechos por el respaldo que hemos tenido de la familia colegial, así como de la comunidad que nos acompaña una vez más», indicó el doctor John Fernández Van Cleve, rector del RUM.
En esta ocasión, la labor de coordinación la llevó a cabo la doctora María Plaza, de Ciencias Agrícolas, y presidenta de la Sororidad Internacional de Educadoras (ADK) capítulo Delta, entidad que colaboró con la organización del evento.
«Para la Sororidad de Educadoras ha sido muy importante y bonito ser parte de este gran evento. Hemos visto que aquí hay muchas personas comprometidas y estoy muy agradecida, especialmente con el comité de trabajo. Nos sentimos identificadas con la causa, en mi caso me ha tocado de cerca, ya que dos de mis tías, lamentablemente, murieron a consecuencia del cáncer del seno. Así que, queremos respaldar a la Sociedad para que puedan seguir brindando sus servicios a los que necesiten», indicó Plaza.
Por su parte, Juan Carlos Mejías, director de la SAC-Oeste reiteró la relevancia de la ayuda que recibe la organización que lidera con los fondos recaudados.
«Los artículos que tenemos, que son pulseras, camisetas, alguna alcancía que vean en un comercio, dejan de ser artículos para convertirse en servicios para nuestras pacientes de cáncer. Lo que antes era una camiseta, se transforma en una prótesis o un brasier para una mujer que ha recibido amputación de seno radical; cien pulseras se convierten en una peluca para una fémina que ha perdido el cabello, a raíz del tratamiento de quimioterapia. Cada centavo, cada dólar en el que nuestra comunidad contribuye, se utiliza para servicio a los pacientes», indicó.
Agregó que se busca, además, crear conciencia sobre la prevención y detección temprana.
«Esta es una enfermedad que ataca a toda la familia porque, cuando tenemos a una mujer que la padece, toda la familia se afecta. Agradecemos infinitamente al Rector y al Recinto, a la Sororidad Internacional de Educadoras y a todos los voluntarios por el trabajo tan increíble que hacen», señaló.
Al igual que en los años anteriores, la Pontificia Universidad Católica (PUCPR)-Recinto de Mayagüez, dijo presente en la Marcha Rosada.
«Nos unimos nuevamente al Colegio en este evento en el que se demuestra la importancia del servicio y el compromiso. El servicio es dar testimonio, contribuir, sacrificio, dar apoyo y educación», afirmó, por su parte, la doctora Olga Hernández, rectora de la PUCPR en Mayagüez.
Cada año el RUM forma una figura diferente en la Antigua Pista Atlética. En el 2013, fue un brasier rosado; en el 2014, la huella de Tarzán; en el 2015, un zapato; y ahora, un rostro femenino.