Cerca de 170 piezas de arte se sumaron a la colección del Museo de Historia, Arte y Antropología (MHAA) de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras (UPR-RP), debido a las donaciones de ocho artistas y coleccionistas puertorriqueños comprometidos con la conservación y promoción de la cultura, historia y educación.
El recinto recibió distintas colecciones de pinturas, carteles y grabados que abarcan algunos de nuestros grandes artistas desde el siglo 19 hasta la actualidad, y ahora estudiantes y profesores podrán estudiarlas con el apoyo del museo.
“Nos sentimos orgullosos de contar con personas como ellos, quienes contribuyen al desarrollo del quehacer académico y cultural del Recinto de Río Piedras”, expresó la directora del Museo, Flavia Marichal Lugo. “En años anteriores también hemos recibido otras donaciones”, aclaró la directora, quien recordó a los coleccionistas y artistas que año tras año eligen entregar al Recinto sus colecciones para ser conservadas y estudiadas para el futuro.
Por su parte, el doctor Carlos E. Severino Valdez, rector, resaltó el valor de este acto en momentos en que la Universidad atraviesa una situación difícil. “Sin la Universidad, no estuviésemos aquí muchos de los que estamos. (…) Ahora hace falta que la sociedad le dé a la Universidad también apoyo para garantizar que este proyecto tan importante siga ayudando a que las generaciones futuras puedan tener las oportunidades que hemos tenidos nosotros de formarnos y de beneficiarnos de las investigaciones, de la cultura, de tantas cosas mágicas que se dan en este espacio”, alentó.
Entre los artistas y coleccionistas aportaron al tesoro cultural del recinto está Anna Nicholson, quien donó dos grabado; Rafael Rivera Rosa, quien entregó una colección de 52 carteles que realizó en homenaje a próceres puertorriqueños. Asimismo Jaime Romano, quien legó 12 de sus pinturas, y el Dr. Eduardo Rodríguez Vázquez, quien donó 11 obras, entre las cuales se encuentran seis de José Cuchí Arnau, del siglo XIX, tres de Osiris Delgado Mercado, una de Carlos Osorio y otra de Carlos Raquel Rivera.
Los cuatro coincidieron en que los museos son el mejor lugar para conservar el patrimonio artístico del país, pues cuentan con los recursos necesarios para cuidar las obras y promueven su investigación. Algunos de ellos llevan ya años donando obras a la Universidad y otros esperan comenzar a hacerlo de manera recurrente.
“El Museo es donde mejor te van a conservar tu trabajo”, aseguró Rivera Rosa, quien considera la UPR-RP “su casa”, pues ahí se formó artística e intelectualmente, y fue profesor por 33 años. El artista, que continúa produciendo trabajo en su taller, explicó que prefiere donar sus obras para así asegurarse de que estén en las mejores manos posibles.
Por su parte, Romano, también exalumno y admirado profesor retirado de la Escuela de Bellas Artes, señaló que “nosotros los artistas no tenemos dinero para donarle a la Universidad, pero podemos donar las obras. (…) Yo prefiero que estén en los museos porque son centros de investigación”.
“Los museos reciben fondos para cuidar los trabajos”, coincidió Nicholson. “Los artistas a veces no tenemos esas oportunidades. Nosotros estamos generando trabajo, y después otras personas tienen que hacerse custodios de ese legado”.
Por otro lado, el Dr. Rodríguez Vázquez, cirujano de manos, resaltó que “es importante estimular a los jóvenes a que coleccionen y guarden objetos porque algún día se convertirán en parte del patrimonio”.
El egresado de la Facultad de Ciencias Naturales, que comenzó a coleccionar desde sus años en la universidad, los alentó asegurando que se puede empezar adquiriendo cosas que no son caras, como carteles y pasquines.
El Recinto de Río Piedras también recibió este año obras de Evelyn Fuentes Torres, de la Fundación Narciso Rabell, quien donó ocho carteles con el tema del ajedrez, mientras que Cristóbal Vega Adorno, presidente de la Federación de Ajedrez de Puerto Rico, donó 52 carteles realizados por diferentes artistas puertorriqueños para promocionar actividades en y fuera de Puerto Rico. Myrna Báez donó 29 planchas originales de grabados de medios diversos realizados en diferentes épocas. Además, cinco obras legadas por Angelita Rieckehoff fueron entregadas por sus hijos Ricardo y Javier Naveira.