27 de febrero de 2022
Con frecuencia se conocen las historias de emprendimiento de estudiantes, egresados y docentes, pero pocas veces se conocen las historias de emprendimientos exitosos por parte de empleados no docentes. En la Universidad de Puerto Rico en Ponce existen numerosos relatos acerca de emprendedores no docentes cuyos negocios varían desde e-commerce, barberías, talleres de artesanías y hasta pintores en lienzo, por solo mencionar algunos.
A pesar de la gama de empleados no docentes de la UPR en Ponce que también son empresarios, solo las féminas estuvieron disponibles y aceptaron ser entrevistadas para este artículo. Las empresarias entrevistadas fueron: Arlene Morales Pérez, quien labora en el área de Recursos Físicos; Annmarie Ramírez Mejía, en la División de Educación Continua y Estudios Profesionales (DECEP); y Anayarí Batista Rodríguez, en la Oficina de Planificación y Estudios Institucionales (OPEI). Cada historia es diferente, a la vez que es interesante y relevante a la realidad del Puerto Rico de hoy. Quizás reconozcamos un pedacito de nosotros mismos dentro de cada empresaria.
Arlene Morales Pérez – Restaurante Luna Negra
El domingo primero de marzo de 2020, Arlene y su esposo decidieron abrir las puertas de su restaurante Luna Negra en Peñuelas. Llenos de entusiasmo, luego de planificar cada paso cautelosamente, decidieron que ese era el momento esperado después de experimentar los estragos de los terremotos que afectaron el sur de Puerto Rico. Nunca hubieran imaginado que la pandemia causada por el COVID-19 les afectaría de tantas formas…
Originalmente el restaurante ofrecía un menú variado incluyendo comida criolla, algo de comida mejicana, hamburguesas, sándwiches, postres y batidas. Con el cierre del país a causa del “lockdown” decretado por el gobierno de Puerto Rico, Arlene y su esposo decidieron “pivotear” variando su modelo de negocio de un restaurante a un negocio de comida para ordenar y recoger. Su nueva oferta principal fueron las “Cajas Familiares” que incluían hamburguesas, burritos y complementos como: nachos, yucas fritas, mofongos y/o papas fritas. No estaban seguros de que este cambio funcionaría, mas, sin embargo, tuvieron que intentarlo porque ya habían arriesgado demasiado con la apertura del restaurante. Usando las redes sociales como Facebook e Instagram, se lanzaron nuevamente con este segundo modelo de negocio.
El éxito no se hizo esperar. A pesar del “lockdown” la clientela respondió acogiendo con beneplácito el menú de la “Caja Familiar”. Fueron tantos los pedidos que no daban abasto Arlene y su esposo atendiendo el negocio.
Hoy día el restaurante Luna Negra recibe público tomando las consabidas medidas de protección para evitar contagios en clientes y empleados. Desde hace unos meses se han hecho famosos por un plato llamado “taco de birria” que se ha convertido en el manjar preferido de la clientela que acude al restaurante desde pueblos tan lejanos como Fajardo, Guayama, Arecibo, Caguas, entre otros. Este plato, cuyo proceso de cocción demora hasta 5 horas, se ha convertido en la ventaja competitiva del restaurante.
Hoy día Arlene se siente más que satisfecha por haberse arriesgado junto a su esposo a lanzarse a esta aventura de ser empresaria. Ella expresó que ambos siempre soñaron con ser dueños de su propio negocio, pero que el detonante que los impulsó a emprender fue cuando éste quedó desempleado.
Para mantener la eficiencia en el restaurante, Arlene y su esposo tienen bien definidas las tareas de cada cual: él está a cargo de todo lo creativo, o sea, el menú, las combinaciones culinarias y la decoración. Mientras que Arlene se encarga de la administración y la atención al cliente. Ella cuenta con un bachillerato en Administración de Oficinas, por lo tanto, ha sabido manejar todos estos menesteres con éxito.
Al concluir la entrevista, Arlene mencionó que los retos más grandes que ha enfrentado han sido las gestiones con las agencias de gobierno y el manejo de los clientes difíciles. No obstante, con una hermosa sonrisa no vacila en agregar que lo que más le satisface de ser empresaria es “que sus hijos se sienten bien orgullosos de ella”.
Annmarie Ramírez Mejía – Arte Luneth
Annmarie inició su negocio exactamente el martes, 5 de septiembre de 2017, como anticipo a la llegada del Huracán Irma a Puerto Rico. Su plan era prepararse para mantener su mente ocupada y entretenerse por un tiempo. Pero, jamás pensó que luego vendría el Huracán María a causar tantos estragos en la Isla y a interrumpir su vida cotidiana. Arte Luneth fue su escape y hasta fuente de ingreso.
El nombre Arte Luneth surge por la afinidad que siente Annmarie hacia la Luna y porque ella considera la noche su momento más productivo. Entre las creaciones más llamativas se encuentran obras de arte, pegatinas y prendas que son únicas (“one of a kind”). También Annmarie ha logrado que le comisionen pedidos especiales, particularmente piezas personalizadas. Esta es una de las facetas creativas que más le satisface porque desarrolla una relación con el cliente y logra dar a esa persona “un pedacito de ella misma”. Annmarie afirma que “ha logrado colocar en sus creaciones ese toque especial que la identifica como artista” causando que reconozcan sus piezas.
Los huracanes, terremotos y pandemia no han sido óbice para las aspiraciones empresariales de Annmarie. A pesar de ser un poco tímida, ella menciona que disfruta mucho de participar en ferias y carnavales para colocar mesas donde muestra con orgullo sus piezas únicas al público. Ella lleva realizando esta gestión desde niña cuando lo hacía con su abuelita. Cuando habla acerca de sus piezas no muestra timidez alguna, sino todo lo contrario, se expresa con soltura y profesionalismo.
Annmarie menciona que las redes sociales son buenas en muchos aspectos, pero que los algoritmos que manejan las frecuencias y preferencias en el mundo cibernético no la favorecen cuando coloca mensajes. Esto la ha obligado a buscar formas creativas de llegar a al público que ella interesa y a que sus clientes la recomienden a otros. También las redes sociales han sido fuente de inspiración para ella ya que ha visto a otras personas triunfar haciendo algo similar a lo que ella hace.
Annmarie se mantiene involucrada en la creación de piezas únicas y para ello interesa seguir desarrollándose y aprendiendo acerca de nuevas técnicas y materiales emergentes. En cinco años planifica tener un espacio o taller para sus pinturas y creaciones. Se siente bendecida por el apoyo de su familia, en particular de su padre quien la ayuda a promocionar sus piezas y obras orgullosamente.
Anayarí Batista Rodríguez – Joyería Ensueños
A diferencia de las demás empresarias entrevistadas, Anayarí lleva décadas en su negocio ya que de niña creció con el ejemplo de su padre como dueño de la joyería que desde 2002 ella adquirió. La trayectoria de esta emprendedora también es distinta a las demás, ya que ella nunca soñó con ser empresaria, pero aprovechó la oportunidad cuando surgió.
Anayarí, al igual que sus compañeras, enfrentó grandes retos en su empresa a causa de los huracanes, terremotos y pandemia. Ella tuvo que, en gran medida, reinventar su negocio ya que su clientela acudía al local de la joyería para ver la nueva mercancía y adquirirla. Con el buen manejo de las redes sociales como Facebook e Instagram Anayarí desarrolló sus campañas más costo efectivas para mercadear su mercancía sustituyendo, en parte, las visitas a la joyería durante el cierre del centro comercial donde esta ubica en Yauco.
Una de las mayores fortalezas de la Joyería Ensueños es que Anayarí es una vendedora natural y que presta mucha atención a los gustos y preferencias de sus clientes. Otra fortaleza de Anayarí es que reconoce los presupuestos de sus clientes. Ella no acepta un no fácilmente, en cuyo caso, presenta opciones con sutileza buscando satisfacer las necesidades de sus consumidores. Una de las mayores satisfacciones de Anayarí es que la mayoría de sus clientes repiten y acuden a ella para solicitar recomendaciones o hasta hacer pedidos.
La faceta de empresaria también le permite a Anayarí viajar, buscar y comprar nueva mercancía que trae a Puerto Rico pensando en sus clientes. Esto le causa mucha ilusión por la relación que ella establece con la clientela que la patrocina desde hace años.
Por la experiencia de Anayarí con su joyería por tantos años, ella ha podido identificar cómo los cambios demográficos han afectado a los comercios en el sur de Puerto Rico. No obstante, ella sigue optimista porque su clientela la sigue apoyando.
Estas tres historias de éxito empresarial deben ser emuladas por todos aquellos que quisieran iniciar su negocio, pero aún no se atreven. Aprovechen los “Startup Weekend” que se ofrecen en las diferentes unidades de UPR a través de todo Puerto Rico. El reto de hacer realidad tu sueño de emprender está ahí… ¡Acéptalo!
ENLACE a Próximos Startup Weekend en UPR: https://www.upr.edu/ac/upr-cayey-y-upr-humacao-celebraran-los-proximos-startup-weekend-para-desarrollar-emprendedores/
Por: Dra. Eva Cabán García